Fuertes lluvias provocadas por los remanentes del huracán Nicole cubrían el viernes el este de Estados Unidos desde Georgia hasta la frontera canadiense, mientras cientos de personas de una franja de la costa de Florida se preguntaban cuándo podrían regresar a su casa, o incluso si podrían hacerlo
Fuertes lluvias provocadas por los remanentes del huracán Nicole cubrían el viernes el este de Estados Unidos desde Georgia hasta la frontera canadiense, mientras cientos de personas de una franja de la costa de Florida se preguntaban cuándo podrían regresar a su casa, o incluso si podrían hacerlo.
Debido a que las olas arrastraron trozos de madera y bloques de hormigón que alguna vez formaron parte de las casas de Wilbur-by-the-Sea, trabajadores intentaban estabilizar las secciones restantes del terreno con rocas y tierra. Sin embargo, fue demasiado tarde para algunos: La fachada de una casa quedó sobre la arena, separada del resto de la estructura.
Partes de edificios que en general estaban intactos colgaban sobre acantilados de arena creados por el golpe de las olas que cubrieron la playa en Wilbur-by-the-Sea. Decenas de hoteles y torres residenciales, de hasta 22 plantas, fueron declarados inhabitables en Daytona Beach Shores y New Smyrna Beach después de que el agua del mar debilitara sus cimientos.
Hace apenas seis semanas, el paso del huracán Ian dejó una primera ronda de daños que contribuyó a los problemas causados por Nicole.
La trabajadora de salud jubilada Cindy Tyler, que vivía en una torre residencial de siete pisos que fue cerrada debido a la tormenta, tenía problemas para hacerse a la idea de que nunca volverá a su edificio.
“Creo que ahora mismo estoy simplemente aguantando”, comentó Tyler, quien tuvo que evacuar el inmueble con su esposo y unas cuantas pertenencias. “No puedo creer que no voy a poder volver a mi hogar. Estoy tratando de tener esperanza y ser optimista”.
Los inquilinos en el edificio de Tyler gastaron 240.000 dólares para reemplazar una barrera de protección que fue destrozada por Ian, pero la nueva fortificación no soportó la fuerza de Nicole.
“¿Malecón temporal? La madre naturaleza dijo: ‘Sostén mi cerveza’”, comentó.
Restaurar Daytona Beach —que es famosa por su playa transitable— y las playas aledañas requerirá probablemente un importante y multimillonario proyecto para rellenarlas de arena y mejorar los malecones para proteger las propiedades, dijo Stephen Leatherman, director del Laboratorio de Investigación Costera de la Universidad Internacional de Florida.
“A nivel mundial era conocida porque se conducía sobre la playa”, dijo Leatherman, conocido como “Doctor Playa”, por la calificación anual que otorga a las playas estadounidenses. “Ahora ni siquiera tienen una playa en la cual pensar”.
Conforme los remanentes de Nicole avanzaban hacia el norte, los meteorólogos emitían alertas de tornado para Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, aunque de momento no se reportó ningún tornado. En el sur de Georgia, Keith Post intentó limpiar el daño en un museo submarino en la costa que quedó sumergido por la inundación.
“En un momento dado llegaba hasta mis rodillas”, dijo Post, cuyo Museo St. Marys Submarine está sobre el río que forma la división Georgia-Florida en la costa del Atlántico. “Desde el frente del museo con vista hacia Florida, no veías nada verde. Todo era agua”.
Ahora degradada a depresión, Nicole podría arrojar hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvia sobre los montes Blue Ridge, informaron meteorólogos, y existe la posibilidad de inundaciones súbitas y urbanas hacia el norte, hasta Nueva Inglaterra.